martes, 19 de agosto de 2008

LAS MATEMATICAS Y YO
Por: KATHERIN JOHANA SAA ARCE

Cuando escucho hablar de matemáticas imagino un laberinto negro, nebuloso y frío con un sonido silbante de ultratumba que susurra mi nombre llamándome a entrar. Pero es tan sombrío que, aunque sé que me llama y que en algún momento debo ceder, no logro imaginarme cruzándolo y mucho menos encontrándole una salida.
Las matemáticas, para mi infortunio, me han empujado a través de mi vida. Son como una fuerza inigualable que reconozco y sé que son necesarias, pero solo por la terquedad de no dejar que me dominen corro lo más rápido que puedo para que no me alcancen y así poder evitarme la molestia de entenderlas y, mi peor pesadilla, sacarles gusto.
Odio a los que en tiempos antiguos se dedicaron a descubrirlas, a desenmarañarlas. Odio a los egipcios, odio a Pitágoras y su teorema, a Descartes y a Newton, porque en la sinceridad de la ignorancia se viviría mejor.
Pero, como no soy facilista, me alegro de tener un dolor de cabeza cada semana de estudio, me alegra alcanzar todo mi potencial en la búsqueda de una solución, el método científico es aburrido pero intrigante, y la ansiedad es una sensación necesaria.
¿Cómo sería el mundo sin las matemáticas? Tengo dos hipótesis:
1. Un mundo libre, sin preocupaciones, donde todos corremos en cámara lenta y flotando porque, como se desconoce de la existencia de la gravedad, el mundo se quedo ingrávido... Estaríamos en un mundo lunático de ilusos e irresponsables… Pero felices.
2. Un mundo en caos donde, tan rápido como se creó la tierra, se hubiera autodestruido… Albert Einstein está loco por la depresión, no halló nada que hacer.
Los dos son escenarios bastante escalofriantes. Prefiero el hoy, un mundo de retos, donde si tropiezas debes levantarte porque la vida es de afrontar, y hoy me llega la hora de desafiarlas porque yo puedo, será duro, tal vez sangre y duela, pero puedo.

3 comentarios:

antonio dijo...

kjhbkljfg

antonio dijo...

que buen texto. me gusta toda esa inteligencia , pero me gusta tambien toda esa prudencia, y eso me...........parece bien .

antonio dijo...

de todos los ensayos que he leido, este es el mejor , y no es por que lo haya escrito usted, sino porque su escritura astracta me impacto.
de todas formas duro con esos numeros que aveces se vuelven duros como el asfalto, pero hay que quebrantarlo con el martillo cerebral, sin miedo alguno a que el martillo sufra algun percance.